La guía temática Compositores chilenos en la Chile, tiene la finalidad de difundir la obra musical que la Universidad preserva de los creadores nacionales o de extranjeros residentes en el país, y de ponerla al alcance de músicos, investigadores y estudiosos en general.
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La Facultad de Artes de la Universidad de Chile, en conjunto con la Dirección de Sistema de Servicios de Información y Bibliotecas (SISIB), ha emprendido el proyecto “Compositores chilenos en la Chile”, con la finalidad de difundir la obra musical que la Universidad preserva de los creadores nacionales o de extranjeros residentes en el país, y de ponerla al alcance de músicos, investigadores y estudiosos en general.

Ramón Carnicer

Ramón Carnicer:  Tárrega, 24 de octubre, 1789; Madrid, 17 de marzo, 1855. Compositor de ópera y maestro.  Entre julio de 1825 y marzo de 1826 estuvo exiliado en Londres a causa de sus ideas liberales.  El Ministro de Chile en la capital de Gran Bretaña, don Mariano Egaña,  le encomendó escribir la música para una nueva Canción Nacional que reemplazara a aquella compuesta por el músico chileno Manuel Robles  sobre un texto del poeta argentino avecindado en Chile Bernardo Vera y Pintado,  la que se entonó oficialmente entre 1820 y 1828. 

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Eufrasia Prieto

En el período comprendido entre 1856 y 1869 dieciocho mujeres hicieron circular públicamente su obra, a las que se agregan otras tres mujeres que lo hicieron de manera anónima, hasta alcanzar un total de 39 obras publicadas.  Desde una perspectiva de clase social, este proceso de inserción de la mujer en el espacio público como creadora estuvo reservado a los grupos más pudientes de la sociedad chilena decimonónica, cuyos miembros tuvieron un mayor acceso a la educación, y pudieron beneficiarse del desarrollo de la impresión y distribución de la música, dos factores claves que condicionan este cambio.  Fue así como Eufrasia Prieto y su hermana María Luisa Prieto, una “distinguida dama de la sociedad”, tomaron parte como cantantes en conciertos de beneficencia y Eufrasia Prieto publicó en 1863 su redowa titulada Matilde.


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Eustaquio Segundo Guzmán Frías
Con toda seguridad, su formación musical la realizó con su padre y sus hermanos mayores.  En abril de 1860 comenzó su actividad como profesor de piano y violín.  Desde entonces desarrolló una extensa labor docente que muy reconocida por sus alumnos y que se prolongó hasta los comienzos del siglo XX.  Muy activo como pianista, participó en conciertos con su hermano Fernando, acompañó al afamado violinista cubano José White en muchos de los conciertos que realizó en el país en 1878 y contribuyó a mantener vigente en Chile la presencia de su hermano Federico, durante las giras internacionales que éste realizó o durante sus estancias en otros países. 

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Antonio Alba Reus
Antonio Alba Reus: Reus, Tarragona, España, 15 de noviembre, 1870; Santiago de Chile, 1940. Compositor, intérprete en guitarra y profesor.

Referencia bibliográfica:

           Jorge Rojas Zegers. “Alba, Antonio”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Volumen 1. Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio. Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 1999, pp. 171-172.  Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Síntesis biográfica:

           Estudió en España solfeo, piano, canto, armonía y órgano y fue discípulo de José María Ballvé.  Aproximadamente en 1895 se estableció en Valparaíso, ciudad en la que realizó una activa labor como maestro de música y director  de la prestigiosa estudiantina de la Sociedad de Beneficencia de esa ciudad. Algunos años después se trasladó a Santiago, donde continuó su labor como profesor de guitarra y residió hasta su muerte en 1940. Su más destacada discípula fue la destacada intérprete chilena Liliana Pérez Corey, creadora de la cátedra de guitarra en la que hoy es la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, en la que formó a importantes intérpretes nacionales.

Obra musical:  

            Es autor de alrededor de 400 obras en el género conocido como música de salón, de las cuales alrededor de 250 fueron editadas por la casa Kirsinger de Valparaíso.  Sus obras o arreglos abarcan una gran variedad de medios, v.gr. una o más guitarras; voz y guitarra o piano; piano solo, arpa; una o dos bandurrias, o mandolina y guitarra, entre otros.   Se destaca en su música la matriz popular tanto chilena como latinoamericana y  de España.  En las partituras conservadas en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, se pueden apreciar estas matrices populares, la gran variedad de medios para los que está escrita su música y  obras suyas en el género de la música de salón.

Partituras:

 

 

 

 
Pedro Humberto Allende
Pedro Humberto Allende Sarón: al igual que Federico Guzmán, en el siglo XIX, o Enrique Soro, en los albores del siglo XX, fue la familia el entorno inicial para la formación y el quehacer de Pedro Humberto Allende Sarón (Santiago de Chile, 29 de junio, 1885- 17 de agosto, 1959). Su padre, don Juan Rafael Allende, fue un poeta satírico, periodista y “buen aficionado a la Música”, y su madre fue la pianista Celia Sarón. Después de hacer sus primeros estudios con sus padres, Pedro Humberto Allende, ingresó en 1894 al Conservatorio Nacional de Música, donde cursó los estudios básicos de teoría y solfeo, violín y piano, además de estudios avanzados de armonía, fuga y composición, hasta obtener sus diplomas en violín en 1905 y de armonía, fuga y composición (con los maestros Federico Stöber, Domingo Brescia, Luigi Stefano Giarda y Enrique Soro) en 1908. Además de compositor, en la figura de Pedro Humberto Allende se conjuga al maestro y el investigador. Junto a Enrique Soro, es Allende uno de los primeros maestros de composición en la cultura chilena.

Desde su cátedra, nombrado en 1928, Allende formó no menos de catorce compositores de nuestro país, entre los que se cuentan figuras de la relevancia de Juan Orrego-Salas, Gustavo Becerra Schmidt y Juan Allende-Blin. Conjuntamente se entregó, con espíritu de servicio público, a la enseñanza de la música en sus distintos niveles. Buscó también educar al público chileno en las tendencias de la “música modernista” de comienzos del siglo XX. La obra creativa de Allende es más vocal que instrumental. Este es un rasgo que comparte con la mayoría de los compositores de su generación que inician la comunicación de su música entre 1900 y 1923. Su obra vocal se entronca con el siglo XIX, mediante el intenso cultivo del himno, mayor que el de cualquier otro compositor de su generación. La música coral y sus canciones se destacan por hacer uso en forma preeminente de textos de escritores chilenos o de otras regiones de habla hispana, en amplio contraste con el predominio de la literatura francesa, italiana o alemana de otros compositores de su generación. En la obra instrumental de Allende predomina la música para instrumentos solistas con un especial énfasis en el piano.

Su Adagio (1928), dedicado a Andrés Segovia, es la única pieza para guitarra que se conoce de los compositores de su generación. Sus diez Estudios para piano, compuestos entre 1920 y 1950, constituyen una de sus obras maestras. Cinco de ellos están dedicados al compositor francés Florent Schmitt, seis de ellos fueron editados por la prestigiosa firma Maurice Senart (actual Salabert) en París, y cuatro estudios fueron estrenados en París y en Santiago de Chile por el prestigioso pianista catalán Ricardo Viñes. Esta editorial parisina dio a la luz en 1923 otra de sus obras maestras, las 12 Tonadas de carácter popular chileno para piano, dedicadas a Ricardo Viñes (quien estrenó una de ellas en Lyon, Francia, el año 1923 y seis de ellas en París, el año 1925, con gran éxito) y a sus dos “queridas hijas Tegualda e Ikela”. Los Estudios y las Tonadas ocupan un lugar insigne en la producción pianística de Chile y América Latina. Junto a otros músicos de su generación Allende participó de lleno en la etapa fundacional de la música de cámara en Chile. Como director de orquesta y compositor, Allende también participó de lleno en la etapa fundacional de la música sinfónica en Chile. Sobresalen las Escenas campesinas chilenas para gran orquesta (1914) (elogiada fervorosamente por Felipe Pedrell) y La voz de las calles (1920), dedicada “a la memoria de mi padre”.
El Concierto sinfónico para violoncello principal y orquesta, la primera obra de su género escrita en el país (1915) y estrenado ese mismo año por Michel Penha bajo la dirección del compositor, fue reconocido por Claude Debussy en un encomiástico comentario que destaca “una personalidad en el ritmo que se encuentra raramente en la música contemporánea”. En 1945 le fue otorgado el Premio Nacional de Artes, discernido por primera vez a un músico.

Referencias bibliográficas:
Revista Musical Chilena, www.revistamusicalchilena.uchile.cl. Separata Compositores Chilenos. http://www.revistamusicalchilena.uchile.cl/index.php/RMCH/issue/view/1446
Revista Neuma, IX/1, pp. 12-45. https://dialnet.unirioja.es/ejemplar/446653
Revista Neuma, IX/2, pp. 13-43. https://dialnet.unirioja.es/ejemplar/465044

Partitura:
F. Aloisi
F. Aloisi: compositor decimonónico de quien se conserva en la Facultad de Artes una pieza de salón de raigambre europea, la mazurka titulada Estelle.

Partitura:

P. M. Álvarez
P. M. Álvarez: activo en la última década del siglo XIX, es una de las figuras tempranas en el mundo hispanoamericano en poner en música a textos traducidos al castellano del poeta alemán Heinrich Heine. En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva la canción Los ojos negros en un arreglo de Valentín Marimon.

Partitura:
Aníbal Aracena Infanta
Aníbal Aracena Infanta: gracias a la musicóloga Carmen Peña Fuenzalida es posible contar con información sobre este músico basado en fuentes documentales fidedignas. Aníbal Aracena Infanta nació en Chañaral en 1881, y fue el único hijo del matrimonio conformado por Raimundo Aníbal Aracena y Dolores Infanta.  En 1894 inició su preparación musical e ingresó en 1896 al Conservatorio Nacional de Música a estudiar piano y órgano.  Entre sus profesores figura  Germán Decker y en 1905 había recibido su diploma del “curso superior”. El 23 de julio de 1907 fue nombrado profesor de Teoría y Solfeo en el Conservatorio en reemplazo de Luigi Stefano Giarda. El 19 de junio de 1909 asumió como el primer profesor de la nueva cátedra de órgano de esta institución. Permaneció  en el Conservatorio  hasta 1917, y desarrolló además actividades musicales y educativas en los colegios de los Padres Franceses, San Agustín, San Pedro Nolasco y San Ignacio, en el que trabajó durante 22 años.  Asimismo fue organista en la catedral de Santiago y en la basílica de la Merced.

Carmen Peña señala además que “fue un músico polifacético:  compositor, pianista, organista, profesor, director de coros y orquestas escolares, editor y propietario de la revista Música (1920-1924), además  de gestor y colaborador de numerosas iniciativas músico-sociales en las que participó como solista y(o) pianista acompañante”.  A lo que agrega: “su producción incluye obras para orquesta, piano solo, canto y piano, piano y violín o violonchelo, entre otras, además de música para órgano y órgano con coro”.
Mientras que las obras con órgano de Aníbal Aracena Infanta indudablemente corresponden a las de “carácter religioso” a que se refiere el musicólogo hispano-chileno Vicente Salas Viu, las restantes  que consigna Carmen Peña fueron concebidas para la sociedad civil de la época, y forman el corpus del repertorio conservado en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.  

Entre las obras de carácter religioso, su Tota pulchra  y su Himno a la Santísima Virgen se interpretaron en un acto literario teológico realizado en el Convento de San Francisco en 1904. Se destaca además la proyección que tuvo la Misa en Re, interpretada en parte  en el templo de El Salvador, con ocasión de la celebración en 1919 de la fiesta de Santa Cecilia y que contó con el auspicio de la Sociedad Musical de Socorros Mutuos. A contar del año siguiente esta misa se dio a conocer en otras iglesias de la capital.  La partitura se conserva  en el archivo de la iglesia del colegio San Ignacio en versión para tres partes vocales (tenores 1 y 2 además de bajo) con acompañamiento de órgano, de acuerdo al estudio que ha realizado el musicólogo Alejandro Vera.  Vicente Salas Viu destaca también el lugar preponderante que tiene entre sus composiciones religiosas Las siete palabras de Cristo en la Cruz para coros y órgano ejecutada por vez primera en 1935.  Cabe agregar la música para órgano, medio en que se destaca Aníbal Aracena Infanta en el concierto de los compositores chilenos.  A modo de ejemplo se puede señalar su Gran fantasía sobre Dei Mater Virgo que él mismo interpretara en la iglesia de la Merced el domingo 27 de septiembre de 1920 junto  a obras de Bach y Delvincourt. Su dominio del instrumento y el aporte que efectuó a la cultura musical del país fueron ampliamente reconocidos por dos prohombres de la institucionalidad musical que se estableció en la Universidad de Chile a contar de 1928: Domingo Santa Cruz Wilson y Carlos Humeres Solar.

Partituras:
Ana Virginia Bañados
Ana Virginia Bañados: durante el período histórico comprendido entre 1810 y 1855, la creación musical escrita por mujeres en Chile quedó absolutamente fuera del ámbito público.  A contar de 1856 esta situación cambió con el inicio en el país de la circulación pública de la creación musical femenina.  Dos factores son determinantes.  Uno es el desarrollo de la educación sistemática de la mujer de la alta sociedad chilena, en la que el aprendizaje de la música jugó un papel clave.  El otro factor es el desarrollo, a contar de 1850,  de la  edición impresa y la distribución pública de la música, especialmente en los estratos altos de la sociedad de la época.  Este proceso transcurre en el momento que la sociedad civil se constituye, desde mediados del siglo XIX, como un componente independiente de la sociedad del país.  En lo político se manifiesta en el inicio de los regímenes liberales, con la asunción en 1861 de José Joaquín Pérez como Presidente de la República.

En este contexto se inserta la polka titulada La Unión Americana escrita por Ana Virginia Bañados, cuya partitura se conserva en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Partitura:

Ferdiland Beyer
Ferdinand Beyer: de nacionalidad alemana, nació el 25 de julio, 1803; falleció el 14 de mayo, 1863.  Compositor, intérprete en piano y profesor.

Obra musical: es muy conocido por su Escuela preparatoria del piano op. 101, método destinado a la iniciación en el estudio de este instrumento.  En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva una versión para piano de la Canción Nacional de Chile, publicada en Alemania por la editorial B. Schott’s  Söhnen, y Petites Fantaisies op. 36 publicadas por la misma editorial.

Francisco A. Calderón
Francisco A. Calderón:  Quillota, Chile, 11 de marzo, 1853.  Compositor, intérprete en piano, teórico de la música.

Síntesis biográfica: calificado como “el más incansable de los zarzuelistas chilenos”, realizó sus estudios musicales con Ramón Galarce y Francisco Oliva, este último discípulo del afamado músico chileno José Zapiola.  Residió en el puerto de Valparaíso, donde actuó como profesor, empresario, intérprete y compositor; una actividad multifacética similar a la de una gran parte de los creadores porteños del período.  Aparte de Valparaíso, Calderón actuó como pianista y profesor en varias provincias de Chile, además de Tacna (Perú) y La Paz (Bolivia), junto con desempeñarse como maestro de capilla en Cochabamba (Bolivia).

Obra musical: hacia fines de 1895 Calderón había publicado unas cien composiciones, entre ellas “algunas que han conseguido muy buena aceptación”, de acuerdo a un testimonio de la época.  Su producción comprende una gran cantidad de música de salón impresa en Valparaíso, Santiago, Buenos Aires, Lima, Hamburgo y Leipzig.  Entre sus zarzuelas, escribió la música para uno de los textos nacionales más tempranos que se publicara en Chile: El pasaporte, del conocido escritor costumbrista chileno Alberto Blest Gana.  La incansable actividad de Calderón se extendió además a la teoría de la música.  Escribió un Breve tratado de teoría de la música publicado en Valparaíso en 1888.  En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se preserva Las cadenas, canción en versión para canto y guitarra en una reducción de Antonio Alba, de la que existe una edición de 1889, y Margarita, mazurka para piano.

Partituras:

Antonio Cano Curriela
Antonio Cano Curriela: Lorca, Murcia, España, 18 de diciembre, 1811; Madrid, 21 de octubre, 1897. Compositor, intérprete en guitarra y profesor.

Referencia bibliográfica:

           Javier Suárez-Pajares. “Cano Curriela, Antonio”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Volumen 3.  Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio. Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 1999, pp. 47-50.  Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Síntesis biográfica:

           Estudió música y medicina en Lorca, para trasladarse ulteriormente a Madrid, donde completó sus estudios de medicina junto con tomar clases de guitarra con Vicente Ayala, además de armonía y composición con Indalecio Soriano Fuertes, padre de Mariano Soriano Fuertes, autor de un importante libro de la época: Historia de la música española desde la venida de los fenicios hasta el año 1850.  En este libro Mariano Soriano Fuertes señaló que Antonio Cano “toca con suma limpieza, con exquisito gusto, y produce en la guitarra efectos muy semejantes a los del arpa”.  Hacia mediados del siglo XIX se erigió como como la figura más representativa de la composición e interpretación en guitarra de la capital.  Aparte de España se tiene registro de sus actividades de concierto en Portugal,  Francia y Bélgica.

Obra musical:

            Su obra creativa se enmarca en los parámetros de la música de salón decimonónica, y fue en la didáctica en la que realizó importantes aportes.  Los métodos que escribiera fueron ampliamente difundidos durante la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años del siglo XX y figuran entre los manuales básicos de formación de los guitarristas de la época.  Se conserva en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile uno de los más importantes de sus métodos, el Método completo de guitarra, publicado en 1868,  en una edición aumentada con el Nuevo método de 1892 del mismo autor. Fue publicado en Santiago por el editor C. Kirsinger.   Este Método está dedicado a su hijo Federico Cano Lombart  (Murcia, 10 de diciembre, 1838; Barcelona, 1904), quien, como su padre, fuera compositor e intérprete en guitarra.

Partituras:
 
Eliseo Cantón
Eliseo Cantón:  compositor activo a mediados del siglo XIX, integró, de acuerdo al eximio historiador chileno Eugenio Pereira Salas, la Academia del Conservatorio Nacional de Música, formalizada mediante decreto de 2 de septiembre de 1851.  Esta academia estaba compuesta de dos salas, una femenina y otra masculina, en las que participaron destacados músicos de la época.  En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se preserva la partitura de La bella copiapina, polka mazurka para piano.

Partitura:
Ramón Carnicer
Ramón Carnicer:  Tárrega, 24 de octubre, 1789; Madrid, 17 de marzo, 1855. Compositor de ópera y maestro.  Entre julio de 1825 y marzo de 1826 estuvo exiliado en Londres a causa de sus ideas liberales.  El Ministro de Chile en la capital de Gran Bretaña, don Mariano Egaña,  le encomendó escribir la música para una nueva Canción Nacional que reemplazara a aquella compuesta por el músico chileno Manuel Robles  sobre un texto del poeta argentino avecindado en Chile Bernardo Vera y Pintado,  la que se entonó oficialmente entre 1820 y 1828.  Para la nueva Canción Nacional se preservó originalmente el texto de Vera y Pintado.  Se cantó por primera vez en Chile en un concierto de beneficio realizado el 26 de diciembre de 1828 por “doña Concepción Salvatierrra, madre de los actores Arana”, “y el célebre actor argentino don Ambrosio Morante”.   Debido al fuerte contenido antiespañol de la letra de Vera y Pintado, sumado al hecho que España había reconocido la independencia de Chile en 1844, se encargó en 1847 un nuevo texto al joven poeta chileno Eusebio Lillo, que es el que se entona hasta hoy día.

Partitura:
Wilhelm (Guillermo) Deichert
Wilhelm (Guillermo) Deichert:  Cassel, Alemania, 1828; Santiago de Chile, 1871.  Compositor, intérprete en piano y profesor.

Referencias bibliográficas:

Luis Merino Montero, Rodrigo Torres Alvarado, Cristián Guerra Rojas, Guillermo Marchant EspinozaPrácticas sociales de la música en Chile, 1810-1855: el advenimiento de la modernidad en la cultura del país.  Santiago de Chile:   RiL editores, 2013, pp. 76-77.  Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

María Cecilia Santa Cruz.  “Deichert, Guillermo”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Volumen 4. Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio. Madrid:   SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 1999, p. 434.  Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Síntesis biográfica:

          Hijo del director del departamento de música de la Universidad de Marburgo, Alemania, se radicó en Chile en 1851 y desarrolló su actividad en Valdivia, Puerto Montt y Santiago.  Su debut en la capital se produjo el 27 de julio de 1854, ocasión en que, junto a la puesta en escena de la ópera Attila de Giuseppe Verdi, Deichert interpretó “tres lindas piezas para darse a conocer del público santiaguino”.  Además de destacado concertista, tuvo a su cargo la venta de instrumentos musicales a las bandas del ejército, enseñó a numerosas jóvenes de la alta sociedad santiaguina y fue profesor de piano del Colegio Alemán para Señoritas (1865).  Apoyó al Conservatorio Nacional de Música como profesor evaluador y en 1869 figura entre los “colaboradores en composiciones musicales” de la Sociedad Orfeón, una agrupación de la sociedad civil de la época que desarrolló una importante labor de estímulo al cultivo de la música docta en el país.

Obra musical:

            Compuso prioritariamente para piano obras basadas en temas de óperas en boga y en materiales de la tradición popular chilena,  junto con cultivar los géneros  característicos de la música de salón y de la incipiente música docta  nacional.   Las partituras que se conservan en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile fueron publicadas en Hamburgo y  en Valparaíso por el editor G. W. Niemeyer.  Ellas son las siguientes: El chilote, barcarola, op. 8, dedicada al  compositor alemán avecindado en Valparaíso Aquinas Ried; Samacueca nueva,  op. 9 (1858); Grande Fantaisie sur des themes nationaux du Chili, op. 10 (1861); La graciosa, vals brillante, op. 11;  Deux mazourkas op. 12; La chilena, canción popular, op. 13; Tarantelle, op. 14, y Deux inspirations, op. 15, dedicada al intérprete en violoncello y compositor francés radicado en Chile Henri Billet.

Partituras:

 

 

Fabio de Petris
Fabio de Petris:  Roma, 11 de mayo, 1849; Concepción (Chile), 28 de junio, 1927.  Compositor, intérprete en órgano y director

 

Referencia bibliográfica:

           Cristián Guerra Rojas.  “Petris y Gigli, Fabio de”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana.  Volumen 8.  Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio. Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 1999, pp. 741-742.  Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Síntesis biográfico-musical:

          De acuerdo al historiador Eugenio Pereira Salas, Fabio de Petris nació en Roma, ciudad donde estudió piano, contrapunto y órgano en la Academia de los Hermanos Capocci.  Brillante concertista, se trasladó a América contratado por el Gobierno del Ecuador para dirigir el Conservatorio de Quito.  A raíz del asesinato del presidente García Moreno se dirigió a Chile.  Dirigió los coros del Teatro Municipal entre 1876 y 1894, actuó de solista en los conciertos de música clásica organizados por José Ducci, participó en la Sociedad de Música Clásica, y en 1886 fue nombrado profesor del Conservatorio Nacional de Música.  No se hizo cargo de la cátedra y se avecindó en Concepción. Obras como su Cantata (1880) y la Sinfonía de la toma del Huáscar (1880) marcaron hitos en la tendencia tardo decimonónica en Chile de abordar géneros vinculados a la música denominada “docta” o “clásica”.

En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva un ejemplar impreso del himno titulado Al trabajo y la paz, con música de Fabio de Petris sobre un texto de Raimundo del R. Valenzuela, el que fuera editado en 1901.  En los certámenes de fines del  siglo XIX, organizados aparentemente por la Sociedad Unión Comercial de Santiago, este himno fue galardonado con el primer premio consistente en una medalla de oro.  En la nota explicativa, que rola al inicio de la partitura, se señala que posteriormente este himno  lo adoptó oficialmente la Sociedad Unión Comercial de Santiago. Se estrenó el 12 de enero de 1901 en el Teatro del Conservatorio Nacional de Música por un coro de Santiago junto a un grupo de “distinguidos artistas”.  Esta “solemne fiesta” fue organizada por la sociedad y estuvo “presidida por el señor Ministro de Justicia é Instrucción Pública”, con el propósito de “repartir las medallas y diplomas á los premiados en estos certámenes”.  La versión original del himno es para coro y solos con acompañamiento de orquesta.  La versión que se conserva en la Facultad de Artes “es una transcripcion fácil que el señor De Petris ha hecho para piano solo y canto Ad Libitum”.

R. Fernández
R. Fernández: se trata posiblemente de una compositora del siglo XIX, de la que se preserva La coqueta, mazurka para guitarra, en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Partitura:
Antonio Flores E.
Antonio Flores E.:  en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva una edición impresa por la Casa Amarilla de la conocida marcha Adiós al 7° de Línea, escrita con ocasión de la Guerra del Pacífico.

Partitura:

J. Funke
J. Funke:  en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva la partitura de Escuchadme!!, romance sin palabras.  Bajo el título Escúchame, romanza sin palabras, se anunció su publicación como una “famosa romanza” en la revista Las Bellas Artes, I/18 (2 de agosto, 1869), p. 156, y en el periódico El Ferrocarril, XIV/ 4352 (domingo 17 de octubre, 1869), p. 3, c. 6.  Al respecto se sugiere ver de Luis Merino Montero, su artículo titulado “El surgimiento de la Sociedad Orfeón y el periódico Las Bellas Artes.  Su contribución al desarrollo de la actividad musical y de la creación musical decimonónica en Chile”, Revista Neuma, año II (2009), pp. 10-43, en http: //música.utalca.cl/html/neuma/neuma.html.

Partitura:

 

Luigi Stephano Giarda
Luigi Stephano Giarda: La vida y obra de Luigi Stephano (Stefano) Giarda (Cassolnovo, Italia, 19 de marzo, 1868—Viña del Mar, Chille, 3 de enero, 1952) ha sido exhaustivamente estudiada por el musicólogo Iván Barrientos Garrido.  Sus primeros estudios de solfeo y piano los realizó  con su padre (quien fuera organista y compositor), y los de  violonchelo con su hermano Francisco.  Posteriormente en el Real Conservatorio Musical de Milán estudió violonchelo con Giuseppe Magrini y armonía, contrapunto y fuga con Michele Saladino. En 1888 obtuvo el título de profesor de Violonchelo, Piano, Historia y Ciencia Musical y Composición.

Se trasladó a Chile en 1905.  Colaboró con Enrique Soro Barriga como subdirector del Conservatorio Nacional de Música y Declamación y como profesor de teoría, canto, armonía, contrapunto, historia de la música y composición en esta institución.  Tuvo además una actuación destacada como conferencista, crítico y tratadista, y como  intérprete solista y de música de cámara con el denominado Trío Giarda, el que integró junto a José Varalla en violín y Bindo Paoli en piano. El total de su música catalogada asciende a 565 obras, si bien en términos reales el corpus fue considerablemente mayor.  Abarca la ópera y  géneros sinfónicos y sinfónico-corales, además de música para coro solo o junto a  voces solistas y acompañamiento instrumental, para voz y conjunto instrumental no orquestal, para banda, voz y piano y conjunto instrumental, además de instrumentos solistas. Publicó en Chile tratados didácticos acerca de la armonía (1920), formas musicales e historia de la música (1921).

La música instrumental representa poco más de un 25% de la obra preservada de Giarda.  No obstante el compositor ha sido conocido principalmente por su música para orquesta y, en menor grado, por su obra de cámara.  El estreno de su poema sinfónico Más allá de la muerte op. 131 (compuesto en 1922) el 8 de octubre de 1923 en el Teatro Unión Central, junto a otras dos de sus obras sinfónicas, constituyó un importante evento social y musical.  Fue interpretado por una orquesta de 70 músicos bajo la dirección del mismo compositor.  Además, los compositores chilenos Próspero Bisquertt Prado y Alfonso Leng Haygus publicaron cinco días antes del estreno  un extenso artículo preceptivo sobre la obra y su creador.

Después de un ostracismo de  más de veinte años, la comunicación en Chile de la música para orquesta de Giarda se reinició  cuando la Orquesta Sinfónica bajo la dirección de Víctor Tevah presentó otro de sus poemas sinfónicos---Loreley op. 118 (1918), en el decimoquinto concierto de la temporada oficial realizado el 9 de agosto de 1946. Entre 1948 y 1949 otras  obras con orquesta fueron virtualmente estrenadas en el país por la Orquesta Sinfónica de Chile bajo la dirección de Víctor Tevah, entre las cuales figuró Más allá de la muerte.
Por otra parte, las canciones para voz (voces) acompañada de piano, coro, conjuntos de cámara u orquesta superan las cuatrocientas, junto con constituir todo un mundo por descubrir.  La amplia cultura literaria del compositor se despliega en la gran variedad de poetas, cuyo número alcanza a los ciento cincuenta nombres, sin considerar los textos anónimos.  Predominan los  italianos, entre los que figuran, en orden alfabético, Dante Alighieri, Arrigo Boito, Edmundo D’Amicis, Gabriel D’Annunzio y Giuseppe Ungaretti, entre otros.  Además Giarda recurre a textos de poetas franceses como Charles Baudelaire, Pierre Corneille, Alfred de Musset, Victor Hugo, Sully Prudhomme o Paul Verlaine; alemanes como Goethe, Heine y Schiller; españoles como Gustavo Adolfo Bécquer o Ramón de Campoamor; chilenos como Ángel Cruchaga, Eduardo de la Barra, Augusto D’Halmar, Guillermo Matta, Gabriela Mistral, o Carlos Walker Martínez, además de americanos como José Santos Chocano, Rubén Darío, Juan de Ibarbourou, Amado Nervo o Ricardo Palma, e incluso emplea textos de su propia autoría.  

Referencia:  Revista Musical Chilena, www.revistamusicalchilena.uchile.cl. Separata Compositores Chilenos. http://www.revistamusicalchilena.uchile.cl/index.php/RMCH/issue/view/1547

Partitura:
D.G.González
D.G.González: como una “Danza americana” se preserva en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, La chilena para piano.

Partitura:
Louis Moreau Gottschalk
Louis Moreau Gottschalk: Nueva Orleans, 8 de mayo, 1829; Río de Janeiro, 18 de diciembre, 1869. Compositor e intérprete en piano.

Referencia bibliográfica

Francisco Curt Lange.  “Gottschalk, Louis Moreau”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana.  Volumen 5.  Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio.  Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 1999, pp. 798-800.  Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Síntesis biográfica y musical

                      Fue el primer pianista y compositor norteamericano en alcanzar nombradía internacional.  De su ciudad natal de Nueva Orleans se nutrió de su música afrocaribeña y su canción popular. A contar de 1840 inició su carrera como concertista, la que desarrolló en Estados Unidos y América Latina.  En 1842 viajó a Europa y realizó estudios privados en París.  De acuerdo al célebre musicólogo Francisco Curt Lange, a los 16 años de edad ofreció un concierto en la Sala Pleyel de París que tuvo una notoria repercusión en su trayectoria posterior.  Chopin predijo que el entonces joven Gottschalk llegaría a ser el “rey del piano”, opinión compartida por Berlioz y Liszt.  Posteriormente realizó giras triunfales de concierto en Francia, Suiza y España.  A su regreso a los Estados Unidos, debutó con éxito en Nueva York en 1853.  Al año siguiente se dirigió a Cuba, país en el que residió por un tiempo.  Inició en 1862 giras de conciertos a lo largo y ancho de Estados Unidos, aprovechando para este propósito el recién creado transporte ferroviario. Abandonó en 1865 los Estados Unidos y se dirigió a América Latina en lo que sería su última gira.  Ofreció conciertos en Panamá, Lima, Santiago, Valparaíso, Buenos Aires, Montevideo y Río de Janeiro entre otras ciudades del continente, y la  gira encontró un final abrupto e inesperado con su fallecimiento en 1869 en Tijuca, Brasíl.  Maestro inspirador, impulsó la proyección internacional de la obra pianística de dos importantes compositores americanos decimonónicos: el cubano Nicolás Ruiz Espadero y el chileno Federico Guzmán Frías.  En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, se preservan 55 de sus composiciones, en las que se advierten algunos rasgos característicos de su música, tales como la utilización de materiales populares de proveniencia afroamericana, y de países como España, Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico; las fantasías sobre aires operáticos entonces en boga, y  la elaboración de los himnos nacionales de Gran Bretaña, Portugal y Brasil, que le permitieron llegar con mayor facilidad a los públicos de esos países.

Partituras:

 

Julio Z. Guerra
Julio Guerra:  (Santiago de Chile, 30 de marzo, 1876-19 de noviembre, 1932) ingresó en 1891 al Conservatorio Nacional de Música, donde estudió teoría y solfeo con Luis Sandoval y violín con Juan Gervino. En diciembre de 1905 recibió el título de Profesor de Violín y en 1921 se recibió de profesor de educación secundaria en la Universidad de Chile. En 1906 fue nombrado profesor en el Conservatorio de las asignaturas de Teoría, Solfeo y Conjunto Coral hasta su jubilación en 1931. Desde 1911 se desempeñó como profesor de escuelas normales, entre ellas la Escuela Normal de Niñas N° 2, y enseñó en liceos y colegios particulares de la capital, junto con integrar como primer violín la orquesta del Teatro Municipal de Santiago.

En 1927 fue designado miembro del Consejo de Enseñanza Artística y participó al año siguiente en la reforma del Conservatorio, institución en la que alcanzó el cargo de director interino. Su obra musical está íntimamente vinculada a su quehacer como educador. Publicó la Escuela práctica de la música en cuatro secciones y una serie de obras corales, principalmente de enseñanza escolar, entre las que figuran cantos escolares, himnos, y juegos escolares con música.
Su himno coral titulado Patria nueva fue interpretado en 1920 en el Teatro Municipal, en conmemoración de la aprobación de la ley de Instrucción Obligatoria, por un gran conjunto de voces femeninas integrado por estudiantes de las Escuelas Normales N° 1, 2 y 3, acompañadas de orquesta bajo la dirección del autor.

Partitura:
 
Olegario Gutiérrez
Olegario Gutiérrez: compositor activo a contar de la década de 1880, discípulo de Emilio E. Garín. En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva Ayes del corazón, vals para piano.

Partitura:
Eustaquio Segundo Guzmán Frías
Eustaquio Segundo Guzmán Frías: Santiago de Chile, 20 de septiembre, 1841; Santiago de Chile, 1920. Compositor, intérprete en piano y profesor.

Referencias bibliográficas:

Luis Merino Montero. “Tradición y modernidad en la creación musical: la experiencia de Federico Guzmán en el Chile independiente, Revista Musical Chilena, XLVII/179 (enero-junio, 1993), 5-68;  XLVII/180 (julio-diciembre, 1993), pp. 69-148.  Disponible en www.revistamusicalchilena.uchile.cl.

Luis Merino Montero.  “Guzmán, Familia”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana.  Volumen 6. Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio. Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), pp. 167-168.  Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Síntesis biográfica:

            Hermano de Federico Guzmán Frías, fue el hijo menor del matrimonio de Eustaquio Guzmán y Josefa Frías.  Al contrario que sus hermanos Fernando y Federico, Eustaquio sólo trabajó en Chile como compositor, intérprete, profesor y gestor, sin buscar una proyección internacional comparable a la de su tío Víctor o a la de sus ya mencionados hermanos.  Con toda seguridad, su formación musical la realizó con su padre y sus hermanos mayores.  En abril de 1860 comenzó su actividad como profesor de piano y violín.  Desde entonces desarrolló una extensa labor docente que muy reconocida por sus alumnos y que se prolongó hasta los comienzos del siglo XX.  Muy activo como pianista, participó en conciertos con su hermano Fernando, acompañó al afamado violinista cubano José White en muchos de los conciertos que realizó en el país en 1878 y contribuyó a mantener vigente en Chile la presencia de su hermano Federico, durante las giras internacionales que éste realizó o durante sus estancias en otros países.  Entre 1870 y 1871 estuvo muy involucrado en las actividades de la Sociedad Orfeón, y participó además en  el Club Musical, la Sociedad de Música Clásica y las reuniones musicales que se realizaron en los hogares de Luis Arrieta Cañas y de José Miguel Besoaín entre 1906  y 1918, todos importantes dinamizadores de la vida musical chilena del período tardo decimonónico y de comienzos del siglo XX.

Obra musical:

            Como compositor Eustaquio Segundo Guzmán alcanzó nombradía en el Chile decimonónico. Obtuvo una medalla de plata con un Vals en la Exposición Nacional de Artes e Industrias realizada en Santiago en 1872.  Su obra, conocida por referencias o conservada, se distingue de la de su hermano Federico en algunos aspectos, entre los cuales se puede destacar su cultivo de la zarzuela, un género no abordado por Federico.  Su zarzuela Una victoria a tiempo, sobre un texto de Víctor Torres de Arce, estrenada en el Teatro Municipal el 18 de noviembre de 1880, ha sido calificada como “el primer ensayo serio del género de la zarzuela hecho en Chile”.  El interés de Eustaquio por la zarzuela se manifiesta asimismo en los arreglos que escribiera, entre los cuales figura su Fantasía para piano sobre El rey que rabió, zarzuela en tres actos del compositor español Ruperto Chapí, editada en Valparaíso por Carlos Brandt, cuya partitura se conserva en la Biblioteca de Música y Danza de la  Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Partituras:
Federico Guzmán Frías

Período:
Categoría:



Federico Guzmán Frías: Santiago de Chile, 17 de agosto, 1836; París, Francia, agosto, 1885.  Compositor, intérprete en piano y profesor.

Referencias bibliográficas:

Luis Merino Montero. “Tradición y modernidad en la creación musical: la experiencia de Federico Guzmán en el Chile independiente, Revista Musical Chilena, XLVII/179 (enero-junio, 1993), 5-68;  XLVII/180 (julio-diciembre, 1993), pp. 69-148.  Disponible en www.revistamusicalchilena.uchile.cl.

Luis Merino Montero.  “Guzmán, Familia”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana.  Volumen 6. Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio. Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), pp. 159-166.  Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Síntesis biográfica:

              Pertenece a una familia de músicos chilenos de origen argentino fundada por Fernando Guzmán, pianista, violinista, director, y pedagogo oriundo de Mendoza, quien hacia 1822 se radicó con su familia en Chile, donde desarrolló su labor primero en Valparaíso y después en Santiago. Federico Guzmán Frías es nieto de Fernando Guzmán, y es el primer músico verdaderamente profesional de la sociedad civil del país, que tuvo una carrera y proyección tanto nacional como internacional.  Después de su formación en el seno de su familia,  de realizar un quehacer en Chile entre 1852 y 1866 y de perfeccionarse con el compositor e intérprete en piano norteamericano Louis Moreau Gottschalk durante su estada en el país en 1866, completó sus estudios en París entre 1867-1869. Su carrera ulterior abarcó a Chile, Perú y Estados Unidos entre 1869-1870; una residencia en Lima junto a su esposa y su hermano Fernando entre 1871-1879; breves estadas en Chile, Argentina y Uruguay entre 1879 y 1880; otra residencia en Río de Janeiro, Brasil entre 1880 y 1882, además de una gira por Lisboa, Madrid y París entre 1883 y 1885, la que concluyó este último año con su fallecimiento en la capital de Francia.

Obra musical:

            La música de Federico Guzmán Frías comprende 140 obras catalogadas, escritas prioritariamente para piano, enmarcadas en los géneros característicos de la música de salón y de la incipiente música docta nacional.  En la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conservan cuatro de sus obras, en las que se aprecia esta variedad de contenidos. Ellas son la Zamacueca (1856); dos obra de salón compuestas en 1866: Rosenda, mazurka de concierto y La Pensée, galopa brillante, además de Souvenir, nocturno, también compuesto en 1866.  Esta última forma parte de un grupo de obras, que constituyen los primeros logros de un creador formado en Chile, y residente hasta entonces en el país, en lo que se conoce como música de arte romántica. El compositor mismo le atribuyó un gran valor a Souvenir, puesto que divulgó esta obra nacional e internacionalmente en conciertos públicos realizados en Valparaíso, París, Londres, Lima, Nueva York, Buenos Aires y Madrid.

Partituras:
Víctor Guzmán Molina
Víctor Guzmán Molina: Mendoza (Argentina), 1818; Río de Janeiro, después de 1882.  Compositor e intérprete en violín.

 

Referencia bibliográfica

Luis Merino Montero. “Guzmán Molina, Víctor”. Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Volumen 6.  Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio.  Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 2000, pp. 158-159.

Síntesis biográfica y musical

               Radicado en Chile desde alrededor de 1822.  Después de estudiar con su padre y sus dos hermanos mayores, Francisco y Eustaquio, destacó a muy temprana edad como violinista solista en conciertos que ofreció en Valparaíso y en Santiago.  Tocó además esporádicamente como músico de orquesta, y en 1850 se anunciaba en Santiago como profesor de violín, piano, guitarra y canto.  Esto último se relaciona, por una parte, con la multifacética práctica musical de muchos miembros de la familia Guzmán, y por otra, tiene relación lo que una revista de la época describía como “las dificultades para procurarse la subsistencia”, que acosaban entonces tanto a Víctor Guzmán, “a pesar de su conocido interés”, como “a una gran parte de sus compañeros de profesión”.  Seguramente una situación similar había llevado anteriormente a Eustaquio y Francisco Guzmán a anunciar en un periódico de la época la apertura de un establecimiento “para expendio de licores, vinos dulces, pastelitos frescos, etc.” en la plaza de la Independencia.  Estas dificultades obligaron al violinista a abandonar Chile en 1853.  Inició una gira de conciertos por Mendoza, su ciudad natal; de allí continuó a las ciudades argentinas de Córdoba y Rosario.  Después de presentarse en Buenos Aires en noviembre de 1853 y enero de 1854 ofreció tres conciertos en Montevideo.  Luego pasó a Brasil, donde desarrolló una variada actividad como director de orquesta del Teatro Lírico, como músico independiente de la Capela Imperial y como solista.  Siguió vigente en el medio carioca hasta por lo menos 1882. En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se preserva la partitura de  su Quadrille brillant pour piano sur l’opéra Macbeth de G. Verdi, dedicada “A mi sobrino Federico Guzmán”.

Partitura:

E. J. Hermosillas
E. J. Hermosillas: compositor decimonónico de quien se preserva en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile un ejemplar impreso de la marcha titulada Fregoli.

Partitura:

Emilio A. Herrera
Emilio A. Herrera: de acuerdo al historiador Eugenio Pereira Salas, nació en Talca y estudió con el compositor y pianista alemán radicado en el país Wilhelm (Guillermo) Deichert.  En 1875 se desempeñaba como profesor privado de piano en Santiago.  Entre 1864 y 1869 publicó obras de salón en los géneros de la polka, el schottisch y el vals, para lo que contó, entre otros, con el apoyo de la revista Las Bellas Artes que editaba la Sociedad Musical Orfeón. Su música se continuó publicando en la década de 1870 hasta por lo menos 1885. En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se preserva una copia manuscrita del schottisch titulado La desesperación.  La primera edición  impresa de esta pieza fue anunciada en 1867, mientras que la segunda edición se anunció en 1868.  Su impresión y distribución estuvieron a cargo del Almacén de Música Juan Krause, ubicado en el Portal Viejo, de la Calle del Estado.
Paritura:
Arturo Hügel
Arturo Hügel: Würzburg (Alemania), 24 de marzo, 1852; Chile, principios del siglo.   Compositor e intérprete en violonchelo.

Referencia bibliográfica:

César Enrique Quezada Espinosa. “Hügel, Arturo”, Diccionario de la Música Española e

Hispanoamericana. Volumen 6.  Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio.  Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 1999, p. 368. Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile

Síntesis biográfico-musical:

Estudió en el conservatorio de su ciudad natal (Würzburg), y se perfeccionó ulteriormente en Frankfurt.  Después de ofrecer una serie de conciertos e Francia y Alemania en 1876, se trasladó en 1880 a América del Sur.  Actuó en la capilla de la Corte Imperial en Brasil, visitó Uruguay y Argentina, para finalmente establecerse en Chile.  Apoyó con entusiasmo la difusión de cámara en el país, mediante la importante Sociedad  Cuarteto que fundó en 1885 junto a Alberto Ceradelli, Juan Gervino y Germán Decker, la que concluyó sus actividades en 1890. Fue profesor de violonchelo en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación entre 1887 y 1895, año en que se incorporó a la orquesta del Teatro Municipal de Santiago.  En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se preserva la Samacueca sentimental (Chilenischer Liebestanz) op. 8 para canto y piano, dedicada a Inés Engber de Hoefele, la que fuera editada por Carlos Brandt y distribuida en Santiago (Calle del Estado 30 A) y Valparaíso (Calle Esmeralda 17).  De acuerdo a Eugenio Pereira Salas esta edición es posterior a la primera publicada en 1889 por Juan Augusto Boehme y el Centro Editorial de Música.  Este eximio historiador agrega que la Samacueca “fue ejecutada por el célebre y excéntrico pianista francés, capitán Voyer, en 1886”.

Narciso E. Lara
Narciso E. Lara: de acuerdo al historiador Eugenio Pereira Salas, Narciso E. Lara se encontraba activo en 1853 en Curicó.  Entre 1861 y comienzos de la década de 1870, publicó cuatro obras de salón.  Una de ellas es La quinta bella, polka  editada y distribuida en Santiago por Carlos R. Marsch,  cuya dirección se ubicaba en la Calle de los Huérfanos, N° 21c, y  de la que se conserva una copia manuscrita dedicada a José Tomás de Urmeneta en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.: de acuerdo al historiador Eugenio Pereira Salas, Narciso E. Lara se encontraba activo en 1853 en Curicó.  Entre 1861 y comienzos de la década de 1870, publicó cuatro obras de salón.  Una de ellas es La quinta bella, polka  editada y distribuida en Santiago por Carlos R. Marsch,  cuya dirección se ubicaba en la Calle de los Huérfanos, N° 21c, y  de la que se conserva una copia manuscrita dedicada a José Tomás de Urmeneta en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
Partitura:
Alfonso Leng Haygus
Alfonso Leng Haygus: La vida de Alfonso Leng Haygus (Santiago de Chile, 11 de febrero, 1884-7 de noviembre, 1974) transcurrió en dos senderos paralelos, la odontología y la música.  En 1910 obtuvo el título de Dentista, y desarrolló posteriormente una intensa y fructífera labor de docencia, investigación y dirección superior en la Universidad de Chile, que fue ampliamente reconocida tanto en el país como en el extranjero.  
De acuerdo al musicólogo hispano-chileno Vicente Salas Viu su formación como músico fue autodidacta, “salvo un breve período—en el curso de 1905—en el que asistió a las clases de Armonía y Composición del maestro Enrique Soro en el Conservatorio”. Para ello se mantuvo en estrecho contacto con las personas y grupos que, durante las dos primeras décadas del siglo XX, buscaron renovar el vocabulario musical del público chileno, mediante la difusión de las nuevas corrientes musicales que a la sazón despuntaban en Europa. Al respecto se puede señalar a Alberto García Guerrero, Luis Arrieta Cañas, José Miguel Besoain y el grupo “Los Diez”.

El aporte creativo musical de Alfonso Leng fue reconocido en 1957 con el otorgamiento del Premio Nacional de Arte en Música.  Al igual que en otros compositores de su generación predomina la música vocal por sobre la música instrumental.  No obstante, obras como las Doloras para piano (1901-1914) y el preludio sinfónico La muerte de Alsino (1920), inspirado en el texto homónimo del escritor chileno Pedro Prado, marcaron hitos importantes en la historia de la música chilena de la primera mitad del siglo XX.  
Un rasgo fundamental de la obra creativa de Alfonso Leng es la importante función que cumple la literatura como fuente inspiradora de su música vocal tanto como de la instrumental.  El poema sinfónico La muerte de Alsino (1920) toma como punto de partida la novela homónima de Pedro Prado, la figura guía del grupo de Los Diez, una confraternidad de arquitectos, pintores, poetas, escritores y músicos que imprimió un sello renovador a las artes del período.    Este mismo escritor chileno aporta las anotaciones líricas que acompañan las Doloras para piano (1901-1914).  
Vinculado con lo anterior está la presencia de la voz femenina como una de las grandes constantes de su obra,  que se advierte en las canciones acompañadas de piano, compuestas entre 1911 y 1955, o acompañadas de orquesta, escritas entre 1918 y 1954.  Cabe agregar el planteamiento del musicólogo hispano-chileno Vicente Salas Viu en cuanto a que la “aportación decisiva [de Leng] a la música chilena se encierra en sus canciones”.

La poesía en idioma alemán proveniente de la pluma de Goethe, Wilhelm Sucht, Heine y Rainer Maria Rilke, figura de manera prominente en sus canciones. Una menor incidencia tiene la poesía en lengua francesa (Lucien Boyer, F. Perpona y el mismo Leng) y española (Gabriela Mistral, Manuel Magallanes Moure). Los textos que elige se refieren preferentemente a situaciones humanas y muy raramente a la naturaleza. Su contenido es de una gran fuerza emocional que expresa desolación, drama, resignación o anhelo, la que sirve como vehículo de la intensidad y fuerza expresiva de su música. Si bien la  obra de Leng transcurre en líneas estilísticas y estéticas relativamente estables, un cotejo de sus dos Sonatas para piano (compuestas en 1922 y 1950), permite apreciar cómo, en la segunda de ellas, Leng acogió las corrientes renovadoras que despuntaron en la música chilena a fines de la década de 1940 e inicios de la de 1950.  

Referencia bibliográfica:
Revista Musical Chilena, www.revistamusicalchilena.uchile.cl. Separata Compositores Chilenos. http://www.revistamusicalchilena.uchile.cl/index.php/RMCH/issue/view/1444

Partitura:
 
Ignace Leybach
Ignace Leybach:  Gambsheim, Alsacia, 17 de julio, 1817; Toulouse, Francia, 23 de mayo de 1891. Compositor, intérprete en piano y órgano y profesor.

Síntesis biográfica: se formó inicialmente como organista con José Wackenthaler, organista y maestro de capilla de la catedral de Estrasburgo.  Posteriormente estudió piano en París con Friedrich Kaklbrenner y Frédéric Chopin.  Muy conocido como pianista en su época, se desempeñó también como organista  en la catedral Saint Étienne de Toulouse a contar de 1844.   En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva un ejemplar impreso de su Premier boléro brillant pour piano op. 64.

Partitura:

Enrique Maffei
Enrique Maffei: el bajo Enrique (=Enrico) Maffei llegó a Valparaíso a comienzos de 1840 en el barco Bonne Clemence contratado por el Gobierno de Chile para la Catedral de Santiago.  Después de abandonar el servicio de la catedral se dedicó a la ópera y a la enseñanza, y llegó a ser considerado como un “acreditado profesor de piano y canto”, permaneciendo activo por lo menos hasta 1865. Conocido  compositor de música vocal, se desempeñó como miembro de una comisión evaluadora de exámenes nombrada por la Intendencia para el Conservatorio Nacional de Música en diciembre de 1861. Su romance titulado La viuda fue editado en 1869 como suplemento musical del periódico Las Bellas Artes.  Un ejemplar impreso se conserva en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Partitura:
Pietro Mascagni
Pietro Mascagni: Livorno, 7 de diciembre, 1863; Roma, 2 de agosto, 1945.  Compositor, director de orquesta.

Sintesis biográfico-musical: célebre compositor italiano de óperas, quien dirigió en Chile durante la temporada de ópera realizada en el Teatro Municipal de Santiago el año 1911.  La más conocida de sus óperas es Cavalleria Rusticana, con libreto de G. Menasci y G. Targionni-Tozetti basado en un libro del escritor italiano Giovanni Verga, y que se estrenó en Roma en 1890.  En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se preserva un ejemplar impreso de una Siciliana de esta ópera, arreglada para guitarra por Pablo R. Simeone.

Partitura:

Francisco Oliva
Francisco Oliva: Santiago, 1809; Santiago, 22 de diciembre, 1872. Compositor, director, intérprete  y profesor.

Referencia bibliográfica: 

Samuel Claro Valdés.  “Oliva, Francisco”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Volumen 8.  Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio. Madrid:  SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 1999, p. 46.

Síntesis biográfico-musical: Francisco Oliva fue una de las figuras capitales del siglo XIX, discípulo de otro destacado músico chileno José Zapiola.   Oliva  desarrolló una labor muy importante en un conjunto de actividades que moldearon la actividad musical del país durante el siglo XIX:  (1) en las bandas militares  a contar de 1834, (2) como profesor de instrumentos de viento del Conservatorio Nacional de Música  a contar de 1851, desde donde formó a numerosos músicos chilenos,  (3) como director de esta institución a contar de 1858 y hasta su muerte en 1872, cargo en el que sucedió a su maestro José Zapiola,  (4) como uno de los fundadores en 1852 de la primera publicación periódica musical de Chile, el Semanario Musical, también junto a Zapiola y a otras figuras relevantes de la vida musical decimonónica de Chile, y (5) como uno de los censores en 1869 del Orfeón de Santiago de Chile, una importante sociedad musical fundada en 1868 a instancias de Juan Jacobo Thompson, editor del semanario Las Bellas Artes.

Una de sus obras más importantes es el Himno a la industria, sobre un texto de Guillermo Matta, del que se conserva una copia manuscrita en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.  Fue interpretado el lunes 14 de septiembre de 1863 por estudiantes del Conservatorio Nacional de Música en el acto de inauguración del ferrocarril, repitiéndose el sábado 19 de septiembre.  Este himno se volvió a cantar el domingo 27 de septiembre de 1863, en la distribución de premios a los alumnos de  la escuela nocturna de la Sociedad de Socorros Mutuos de La Unión, un acto al que asistieran S.E. el Presidente de la República, los Ministros del Interior, de Instrucción Pública, de Guerra, el Intendente de la Provincia y numerosa concurrencia.  Seis años más tarde los alumnos y alumnas del Conservatorio Nacional de Música bajo la dirección del compositor, lo interpretaron el domingo 11 de julio de 1869, en el acto de premiación de la primera Exposición de Agricultura, presidido igualmente por S.E. el Presidente de la República.

Partitura:

M. C. Orrego
M. C. Orrego: en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se preserva la versión manuscrita de un Trío para piano, violín y violonchelo, que consta de tres movimientos: Allegro, Andante y Allegro.  En la portada el nombre del autor se indica como “M. C. Orrego” y “M. Orrego C.”.  El compositor podría ser Manuel Camilo Orrego, quien en 1873 publicó dos obras de salón tituladas La perla, polka y La primavera, gran vals, respectivamente.  El nombre del compositor figura en esta última obra como Camilo M. Orrego.  Sea como fuere, este manuscrito corresponde a la música de cámara más temprana escrita en Chile, de la que se han preservado evidencias musicales.

Partitura:
Manuel Antonio Orrego
Manuel Antonio Orrego: Chile, segunda mitad del siglo XIX.  Compositor.

Referencia bibliográfica:

                                   César E. Quezada Espinosa. “Orrego, Manuel Antonio”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Volumen 8.  Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio. Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 1999, p. 231. Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Síntesis biográfico-musical:

                                    De acuerdo a César E. Quezada Espinosa, Manuel Antonio Orrego fue discípulo de Wilhelm (Guillermo) Deichert y uno de los primeros compositores chilenos que se inspiró en la música popular del país. Formó un gran repertorio de aires patrios y alcanzó gran fama por sus creaciones de tipo nacionalista.  En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se preservan dos de sus zamacuecas. La primera forma parte de la serie titulada La arpista chilena, de la que se han registrado ediciones entre 1876 y 1886. Se titula Mi negrita y corresponde a la tercera zamacueca de esta serie.  Fue publicada por el Centro Editorial de Música, que contaba entonces con sucursales en Santiago (Estado 17 M), Valparaíso (Librería Universal, Esmeralda 13) y Lima (Almacén de Música, Mercaderes 195). La segunda de estas zamacuecas corresponde a una edición del pianista alemán Albert Friedenthal, que se inicia en la página 43 de su antología titulada Stimmen der Völker in Liedern, Tänzen und character Stücken, publicada en Berlín en 1911.

Partituras:

Eliodoro Ortiz de Zárate
Eliodoro Ortiz de Zárate: Valparaíso, Chile, 29 de diciembre, 1865; Valparaíso, 1952.  Compositor, intérprete de violín y piano.

Referencias bibliográficas:

Samuel Claro Valdés.  “Ortiz de Zárate, Eliodoro”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana.  Volumen 8.  Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio. Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 2001, pp. 260-261. Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Luis Merino Montero.  “La música en Chile entre 1887 y 1928: compositores que pervivieron después de 1928, compositores en las penumbras, compositores olvidados”, Revista Neuma, VII/2 (2014). Talca: Universidad de Talca, pp. 35-79.  Disponible en http://musica.utalca.cl/html/neuma/neuma.html.

Síntesis biográfica:

             Sus estudios musicales los realizó en el Conservatorio Nacional de Música, donde tuvo como maestro a Héctor Contrucci.  En 1885 obtuvo por concurso una beca de estudios patrocinada por el Consejo Universitario para asistir al Conservatorio de Milán, donde permaneció entre 1887 y 1889, y en el que se licenció con distinción tras cursar armonía, contrapunto, estética y filosofía de la música.  Después de su regreso a Chile se le nombró en 1920 visitador de enseñanza musical en las escuelas primarias, tras lo cual se retiró a su ciudad natal, Valparaíso, hasta su fallecimiento en 1920.

Obra musical:

             Junto con Remigio Acevedo Guajardo, Eliodoro Ortiz de Zárate ha sido considerado como la contribución de mayor relieve al teatro lírico nacional chileno de fines del siglo XIX y de la primera parte del siglo XX.   De las óperas que escribiera es La florista de Lugano, la primera obra de este género estrenada íntegra en Chile el 2 de noviembre de 1895 en el Teatro Municipal. Posteriormente se volvió a presentar en este teatro hasta las primeras décadas del siglo XX.    Esta ópera se inspira en el paisaje de Lugano, una ciudad y comuna en el sureste de Suiza,  la que está situada a orillas del lago homónimo en el cantón de habla italiana del Tesino.  El compositor visitó Suiza a su regreso a Chile después de concluir sus estudios en Italia.  En la Biblioteca de Música y Danza de la  Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva la partitura de un potpourri para piano del acto primero, realizado por el mismo compositor.

Partitura:

Eufrasia Prieto
Eufrasia Prieto: música aficionada de la segunda mitad del siglo XIX.

Referencia bibliográfica:

             Luis Merino Montero.  “Los inicios de la circulación pública de la creación musical escrita por mujeres en Chile”, Revista Musical Chilena, LXIV/213 (enero-junio, 2013), pp. 53-76.  Disponible en www.revistamusicalchilena.uchile.cl.

Síntesis biográfica y obra musical:

              En contraste con el período comprendido entre 1810 y 1855, en que la creación musical escrita por mujeres quedó absolutamente fuera del ámbito público, en el período comprendido entre 1856 y 1869 dieciocho mujeres hicieron circular públicamente su obra, a las que se agregan otras tres mujeres que lo hicieron de manera anónima, hasta alcanzar un total de 39 obras publicadas.  Esta irrupción  se vincula con el hecho que la sociedad civil se constituye, desde mediados del siglo XIX, como una esfera independiente en el país, en conjunción con el proceso de modernización que impulsan los gobiernos liberales en Chile.  Por otra parte, desde una perspectiva de clase social, este proceso de inserción de la mujer en el espacio público como creadora estuvo reservado a los grupos más pudientes de la sociedad chilena decimonónica, cuyos miembros tuvieron un mayor acceso a la educación, y pudieron beneficiarse del desarrollo de la impresión y distribución de la música, dos factores claves que condicionan este cambio.  Fue así como Eufrasia Prieto y su hermana María Luisa Prieto, una “distinguida dama de la sociedad”, tomaron parte como cantantes en conciertos de beneficencia y Eufrasia Prieto publicó en 1863 su redowa titulada Matilde. Esta obra apareció en diciembre de ese año como suplemento musical de La Mariposa, “periódico quincenal de modas, costumbres i amena literatura” que se editaba en Valparaíso, y cuya partitura se conserva en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Partitura:

Théodore Ritter
Théodore Ritter: pseudónimo de Toussaint Prévost, compositor y pianista francés nacido en Nantes, 5 de abril, 1840 y fallecido en París, 6 de abril, 1886.

Síntesis biográfico-musical:

Estudió con Hector Berlioz y Franz Liszt.  Rápidamente alcanzó fama como pianista e inició una carrera internacional bajo el pseudónimo de Théodore Ritter.  Tocó en Chile entre 1870 y 1871 junto a otras dos celebridades, la cantante italiana Carlotta Patti (1835-1889), hermana de la famosa Adelina Patti (1843-1919), y el violinista español Pablo Sarasate (1844-1908). Entre las obras de su repertorio figura La Zamacueca, Souvenir de Valparaiso, editada en Paris en 1880 y ampliamente conocida en Francia en esa década, mediante las exitosas ejecuciones del compositor mismo y  las de sus discípulos.  En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se preserva Les courriers. Caprice pur piano op. 40 para piano a cuatro manos, editado en París por Choudens.

Partitura:

José Juventino Rosas Cadenas
Juventino Rosas [José Juventino Rosas Cadenas]: Santa Cruz de Galeana (hoy ciudad Juventino Rosas o Ciudad de Santa Cruz de Juventino Rosas), Guanajuato, México, 24 de enero, 1868; Batabanó, Cuba, 9 de julio, 1894.  Compositor e intérprete en violín.

Referencia bibliográfica:

John Koegel.  “Rosas, Juventino”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Volumen 9. Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio.  Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 2002, pp. 425-426. Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Síntesis biográfica:

            Nació en el seno de una familia musical en un pueblo que contaba con una población de mayoría otomí.  Su padre era arpista; junto con su madre, Paula Cadenas, y otros familiares se trasladaron a la ciudad de México en 1875.  Su formación musical inicial la recibió en el seno de su familia, y de su experiencia práctica  como violinista callejero en un conjunto musical que integraba además su padre y su hermano o su primo hermano.  Ingresó el 7 de enero de 1885 al Conservatorio Nacional de Música de México, pero abandonó los estudios después de algunos meses, muy posiblemente debido a la necesidad de ganarse la vida.  Tres años después, en 1888, volvió a ingresar al Conservatorio, pero su estadía también fue corta.  Desarrolló su actividad como músico en diferentes pueblos y ciudades de México, pero estuvo además en Chicago, Texas y Nueva York, en los Estados Unidos.  Viajó a Cuba con una compañía italo-mexicana en mayo de 1894; cayó enfermo en Batabanó y falleció en esa ciudad cubana en julio de 1894.

Obra musical:

            La obra musical de Juventino Rosas fue editada principalmente en México, Estados Unidos y Alemania, llegando al opus 21.  A su muerte dejó más de treinta composiciones publicadas, de las cuales la más célebre es su vals Sobre las olas, compuesto probablemente entre 1887 y 1888.  En la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva un ejemplar de la partitura editado en Valparaíso por Carlos Brandt.

Partituras:

 
Francisco Rubí
Francisco Rubí: de acuerdo a lo que señala el musicólogo Cristhian Uribe Valladares en p. 31 de su artículo titulado “La guitarra en los escritos de la historia musical chilena”, publicado en la Revista Musical Chilena, LVIII/202 (julio-diciembre, 2004)  (disponible en www.revistamusicalchilena.uchile.cl), “de Francisco Rubí se han catalogado cerca de cuarenta piezas para guitarra sola, entre arreglos de piezas bailables y también de creaciones propias”. Este número se inscribe en un universo de alrededor de 320 partituras,  que dicho estudioso ha catalogado de la música para guitarra que se comunicaba en  salones de la clase pudiente y de las estudiantinas gremiales o escolares en Chile, hasta fines de la década de 1920.
 

Tres obras para guitarra  de Francisco Rubí se preservan en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, de las cuales dos son manuscritos.   Estos corresponden al tango titulado Los de Habana y al schottisch titulado Si te quiero.  Por otra parte el vals titulado Tarde azul corresponde a un impreso, si bien no figura el pie de imprenta.

Partituras:
Víctor Segovia
Víctor Segovia: de acuerdo al historiador Eugenio Pereira Salas, Víctor Segovia fue un maestro director y concertador español quien llegó a Chile en 1859.  Jugó un papel fundamental en la introducción de la zarzuela en Chile dentro del marco propiciado por las sociedades lírico-dramáticas que se organizaran entre 1857 y 1858.  Segovia dirigió varias zarzuelas en Santiago y Valparaíso y  como compositor dio a conocer en el país  himnos, una misa y música de salón. En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva la copia manuscrita de una romanza para soprano de la zarzuela Jugar con fuego de Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894) arreglada para canto y piano por Víctor Segovia.

Partitura:
Enrique Soro Barriga
Enrique Soro Barriga (Concepción, Chile, 15 de julio, 1884 – Santiago, Chile, 3 de diciembre, 1954) fue hijo del destacado músico italiano José (Giuseppe) Soro Sforza y Pilar Barriga Muñoz (1854-1930). En Concepción estudió con Domingo Brescia, mientras que Clotilde de la Barra fue su profesora de piano.  Las sobresalientes condiciones innatas para la música de Enrique Soro, junto a la esmerada educación que recibiera, le permitieron llegar a ser un niño prodigio.
En virtud de sus méritos, el gobierno de Chile le otorgó a Enrique Soro una beca para que estudiara en Europa.  Enrique Soro eligió uno de los más prestigiosos conservatorios de la época, el Real Conservatorio de Milán, donde anteriormente había estudiado su padre con el compositor napolitano de ópera Carlo Coccia. Los profesores de Enrique Soro en Milán fueron los prestigiosos maestros Luigi Mapelli en contrapunto y fuga, Gaetano Coronaro en Alta Composición, Guillermo Andreoli en piano y Amintore Gallo en historia de la música.  Después de una exitosa gira de conciertos en Italia y Francia en 1904, que estableció las bases de su ulterior prestigio internacional, Enrique Soro estaba de vuelta en Chile en 1905.  
A contar de 1905, Enrique Soro desarrolló en el país  una intensa actividad como compositor, pianista y director de orquesta, sumada a su labor como profesor de piano, armonía, contrapunto y composición del Conservatorio Nacional de Música y Declamación,  institución de la que fue subdirector a contar de 1907 y  director entre 1919 y 1928.  Los recitales que Soro ofreció en Chile entre 1905 y 1922 estuvieron dedicados, en su gran mayoría, a dar a conocer su propia obra. Sus múltiples redes con la alta sociedad de Concepción  de Santiago también contribuyeron a la amplia circulación de su música en el país.

El total de las obras de Soro catalogadas por la musicóloga Raquel Bustos asciende a 270 composiciones.  De estas, 160 obras, esto es un 59.3%, fueron escritas para piano, lo que indudablemente refleja el hecho que su autor era pianista de concierto.  Las obras de cámara ascienden a un total de 36, esto es un 13.3 %, mientras que las composiciones para orquesta ascienden a 24, esto es un 8.9%.  El 18.5% restante corresponde a música coral, a canciones para voz y piano, para voz y violín, y obras para medios no identificados todavía.   Las obras de cámara y las obras orquestales de Enrique Soro marcaron verdaderos jalones en la historia de la música chilena, y constituyeron verdaderas novedades para el público nacional.  

El Gran Concierto para piano y orquesta, compuesto y estrenado en 1918, fue calificado como “una obra descollante de Soro”.  La Sinfonía Romántica en La mayor, compuesta en 1921 y estrenada el mismo año en Santiago, acertadamente fue calificada como “la primera Sinfonía chilena” en la revista Zig-Zag del 22 de abril de 1922.  Enrique Soro Barriga es uno de los compositores chilenos que ha tenido un notable prestigio e impacto tanto a nivel del país como a nivel internacional.   A las numerosas distinciones de que fuera objeto en Chile, se suma la obtención del Premio Nacional de Arte, mención Música, en 1948.  A estas se agregan los reconocimientos de que fuera objeto en Italia, Francia, España, Estados Unidos, México, Bolivia y Ecuador.  A las exitosas presentaciones en vivo y al registro fonográfico de su música allende las fronteras de Chile, se agrega la edición de su obra por prestigiosas casas del extranjero, como Bognani, Fantuzzi y G. Ricordi en Milán, Italia; Evete et Schaeffer en París, Francia,  G. Schirmer y The University Society Inc., en Nueva York, Estados Unidos, y Ricordi Americana en Buenos Aires, Argentina, además de prestigiosas editoriales nacionales.  A esto se suma el reconocimiento público que hicieran al compositor y su obra importantes personalidades tanto del país como del extranjero.

Referencia bibliográfica:
Revista Musical Chilena, www.revistamusicalchilena.uchile.cl. Separata Compositores Chilenos. http://www.revistamusicalchilena.uchile.cl/index.php/RMCH/issue/view/1445

Partitura:
José Giuseppe Soro Sforza
José (Giuseppe) Soro Sforza: Alessandria (Italia), siglo XIX. Compositor e intérprete en piano.

Referencia bibliográfica:

Raquel Bustos Valderrama.  “Soro Sforza, José”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Volumen 10. Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio.  Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores ), 2002, p. 19.  Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile

Síntesis biográfica y musical:

De acuerdo a la musicóloga Raquel Bustos Valderrama “estudió en el Conservatorio de Milán con el maestro napolitano Carlo Coccia, compositor de óperas”. “En América estuvo primera en Montevideo, donde sobresalió como pianista acompañando a Louis Moreau Gottschalk”.  Alrededor de 1860 llegó a Buenos Aires, y se estableció posteriormente en la ciudad de Concepción, al sur de Chile.  De su matrimonio con Pilar Barriga nació Enrique Soro Barriga, uno de los más prominentes compositores chilenos del siglo XX, Premio Nacional de Arte, mención Música 1948. Las obras de José Soro que se conservan en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile corresponden a música de salón y fueron editadas en Turín por la firma Giudici y Strada.

A.O. Tirado
A.O. Tirado: activo en Ovalle, en el norte de Chile, el pianista y compositor A. O. Tirado integró una orquesta familiar, de la que surgió el Club Musical de Ovalle, fundado el 8 de diciembre de 1886. De acuerdo al historiador Eugenio Pereira Salas, esta asociación reunió a distinguidas personalidades  que estimularon la vida musical de la localidad, ofreciendo periódicamente conciertos e incentivando la enseñanza musical como un “núcleo dinámico de la actividad social de Ovalle”, sobre la base de “módicas cuotas de socios protectores”.  En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conserva un ejemplar de las Cuadrillas brillantes para piano sobre motivos de la ópera Hugonotes (Meyerbeer) de A. O. Tirado, dedicadas a José M. Fernández, y publicadas en 1886  en Santiago por el Centro Editorial de Música (Calle del Estado 46 C).  Se divide en los cuatro movimientos acostumbrados—Pantalon, Eté, Poule y Pastourelle, concluyendo con un Finale.

Partitura:

Richard Wagner
Richard Wagner: Leipzig, Confederación del Rin, 22 de mayo, 1813; Venecia, Reino de Italia, 13 de febrero, 1883.  Compositor, director de orquesta, poeta, dramaturgo y teórico musical.

Síntesis biográfico-musical: 

Las óperas de los compositores  italianos fueron presentadas en el Chile decimonónico en un período de tiempo que osciló entre cinco y dieciséis años en relación al estreno.  Es así como Il Barbiere di Siviglia de Gioacchino Rossini se estrenó en 1816 y se presentó por primera vez en Chile en 1830, esto es catorce años después;  Lucia di Lammermoor de Gaetano Donizetti se estrenó en 1835 y se presentó por primera vez en Chile en 1840, esto es cinco años después; Aida de Giuseppe Verdi se estrenó en 1871 y se presentó en Chile en 1881, esto es diez años después.  Por el contrario el tiempo transcurrido entre el estreno en Europa de la obra músico-dramática de Richard Wagner y su primera presentación en Chile es considerablemente mayor, a lo que se agrega que solamente dos de sus dramas musicales se presentaron en Chile durante el  siglo XIX.  Estos son Tannhäuser, estrenado en 1845 y presentado por primera vez en Chile en 1897, y Lohengrin, estrenado en 1850 y presentado por primera vez en Chile en 1889. Con anterioridad a estos estrenos, la música de Wagner solo se conoció de manera fragmentaria en Chile durante el siglo XIX mediante arreglos pianísticos. Al respecto el historiador Eugenio Pereira Salas ha señalado que “en 1866 se escucharon por primera vez en Chile los sonoros acordes de la Marcha de Tannhäuser, en ese peregrino arreglo del virtuoso pianista Louis Moreau Gottschalk”, a lo que agrega: “Luego sobrevino un largo compás de silencio…{y] la temática wagneriana recobra actualidad en Chile alrededor del año de 1880 y se hace efectiva en 1881”. En este marco se inserta la versión para piano de la Marcha de la ópera Tannhäuser editada por C. Kirsinger y distribuida en Santiago, Valparaíso y Concepción.

Partitura:

Guillermo Wetzer
Guillermo Wetzer: Hamburgo, siglo XIX; Valparaíso, siglo XIX.  Compositor y profesor

Referencia bibliográfica:

Cristián L. Guerra Rojas. “Wetzer, Guillermo”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana.  Volumen 10. Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio. Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 2002,  p. 1012. Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Síntesis biográfico-musical:

De acuerdo al Dr. Cristián L. Guerra Rojas, Guillermo Wetzer, una vez avecindado en Valparaíso, “obtuvo popularidad dentro del género chico por sus arreglos y adaptaciones para el público chileno de zarzuelas españolas”.  A lo que agrega que también “compuso numerosas piezas para piano y se dedicó a la enseñanza”.  En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se conservan ejemplares de tres de sus obras pianísticas impresas.  Estas son Un corazón amante. Polka mazurka, editada en 1886; Un baile de fantasía. Cuadrillas, editada en 1887, y la segunda edición de No me olvides. Schottisch op. 5. La primera y la tercera fueron publicadas por Inghirami & Brandt, mientras que la segunda fue editada por Carlos Brandt, todas con distribución en Santiago y Valparaíso.

Partitura:

José White
José White:  Matanzas (Cuba), 31 de diciembre, 1835; París, 15 de marzo, 1918.  Compositor, intérprete en violín y profesor.

Referencia bibliográfica: 

Victoria Eli Rodríguez. “White Laffita, José Silvestre”, Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Volumen 10, Director y coordinador general: Emilio Casares Rodicio.  Madrid: SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), 2002, pp. 1013-1014. Disponible en la Biblioteca de Música y Danza de la Facultad de Artes y en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Luis Merino Montero. “Repercusiones nacionales e internacionales de la visita a Chile de José White”, Revista Musical Chilena, XLIV/ 173 (enero-junio, 1990), pp. 65-113.  Disponible en www.revistamusicalchilena.uchile.cl.

Síntesis biográfico-musical:

En 1878 llegó a Valparaíso el violinista y compositor afroamericano José White, quien ofreció su primer concierto el 16 de febrero en Valparaíso.  Su concierto del 24 de enero de 1879, en el Teatro Municipal de Copiapó, fue la despedida.  El 7 de mayo White partió a Buenos Aires poco después del inicio de la Guerra del Pacífico.  Desde entonces su nombre fue públicamente ligado a la zamacueca chilena.  A su regreso a París, White envió a imprenta su virtuosa Zamacueca para violín y piano, la que fue publicada en 1897, y que él mismo había interpretado con gran éxito durante su visita a Chile y ulteriormente en Buenos Aires, Montevideo y en la entonces capital de Brasil, Río de Janeiro, ciudad en la que residió desde 1879 hasta 1889, una vez que se formara la república federal de Brasil.

En la Facultad de Artes de la Universidad de Chile se preserva una de las zamacuecas  para voz y piano editada por el pianista alemán Albert Friedenthal en 1911 en pp. 6-7, Heft 4, I Abteilung de sus Stimmen der Völker, 21 años después que  Friedhenthal ofreciera conciertos en Chile en 1889. La otra obra de José White que se preserva en la Facultad de Artes es La bella cubana, habanera en versión para violín, guitarra y digitación de Jesús Ortega, publicada por la Editora Musical de Cuba como parte de la Serie del Patrimonio Musical de este país.  A este respecto, cabe evocar las palabras publicadas en el diario La Discusión de Chillán el 15 de noviembre de 1878, en la que un comentarista apuntaba que además de su Zamacueca, “nuestra sociedad querría oir al célebre violinista ejecutar alguna de las lindas Habaneras que tanto nos gustan”.

Partituras:
 

La Facultad de Artes de la Universidad de Chile, en conjunto con la Dirección de Sistema de Servicios de Información y Bibliotecas (SISIB), ha emprendido el proyecto “Compositores chilenos en la Chile”, con la finalidad de difundir la obra musical que la Universidad preserva de los creadores nacionales o de extranjeros residentes en el país, y de ponerla al alcance de músicos, investigadores y estudiosos en general.

Autoridades Facultad de Artes
  • Clara Luz Cárdenas Squella – Decana
  • Wilson Padilla Véliz- Director del Departamento de Música y Sonología
  • Yessika Zuta Urrutia – Directora de Bibliotecas
  • Luis Merino Montero – Director de la Revista Musical Chilena

Coordinación General

Gestión, Edición y Digitalización

  • Dora Moreno Pereira, Jefa de la Biblioteca de Música y Danza
  • Nancy Sattler Jiménez, Asistente de Redacción de la Revista Musical Chilena

 Dirección de Servicios de Información y Bibliotecas (SISIB), Universidad de Chile

Consejo Nacional de la Cultura y las Artes